¡Hola amigos! Hoy os traigo sólo un dedal que se merece una entrada solita para él.

El dedal en cuestión es de la isla griega de Corfú, y nos lo han traído los nuevos vecinos de mis padres, Nati y Jose, que se fueron este verano a un crucero por el Mediterráneo.

Os estaréis preguntando el motivo de una entrada sola para él ¿verdad?, primeramente porque debido a mi ignorancia geográfica no sabía de la existencia de dicha isla (sí amigos, las cosas hay que reconocerlas con humildad), y segundo porque no hubiera imaginado que esta pareja nos trajera un dedal.

No es que sean unos desconocidos para nosotros, a ella la conocemos desde hace mucho tiempo porque junto con unos familiares regenta un supermercado en el barrio, pero nunca hemos tenido una relación digamos más o menos íntima.

No sé si ellos llegarán a leer esto, de todos modos quiero desde aquí darles las gracias no sólo por habernos traído un dedal tan bonito, también y sobretodo por haberse acordado de nosotros en sus vacaciones.

Ahora como siempre os voy a dejar un poquito de información de esta bonita isla. Besos dedaleros para todos.

Corfú, la isla en la que Úlises hizo su última parada durante su viaje a Ítaca, es una de las islas más volcadas en el turismo de todo el Mediterráneo y la mayor de las Islas Jónicas. Está situada en el Mar Jónico, muy próxia al Epiroen la costa continental. Sus impresionantes playas se combinan con numerosos lugares de interés cultural, y ofrece, además, una amplísima oferta de ocio y deportes.

Dispone de magníficas instalaciones hoteleras y zonas cosmopolitas, a muy escasos kilómetros de pueblos, que han sabido conservar todo su encanto y sus tradiciones. Su litoral ofrece tanto zonas rocosas con abruptos acantilados, en la zona oeste, como bahías de apacibles aguas y playas paradisíacas de aguas cristalinas.

La parte oriental de la isla de Corfú ofrece al turista la posibilidad de visitar pintorescos y bellos pueblos, en los que es posible disfrutar tanto de una abundante vegetación como de islas de ensueño. Estos pueblos, al menos algunos de ellos, han sabido mantener sus encantos tradicionales sin renunciar al desarrollo turístico, Perteneciente aún a Corfú, pero a las afueras, y convertido en enclave turístico, está Gastouri, que acoge el majestuoso palacio de la emperatriz Sisí.

Ya al norte de la ciudad se encuentran poblaciones como Kontoli, o Gouvia, en donde está uno de los puertos deportivos más grandes del Mar Mediterráneo, con capacidad para mil embarcaciones, Komeno, una ciudad cosmopolita, centrada en el turismo de lujo, o el pequeño pueblecito de Agios Marcos, que no debe dejar de visitar porque es una maravilla. También son de interés Barbati y Agios Stéfanos.

En la zona oeste de la isla destaca Sidari, con peculiares formaciones pétreas y Peroulades, muy interesante desde un punto de vista arquitectónico. En esta zona está una de las playas más conocidas de toda Grecia: el Canal del Amor. Otro pueblo atractivo es Afionas, levantado en una pequeña península que ofrece una impresionante vista sobre la bahía de Agios Georgios.

Fortificaciones bizantinas como Aggelokastro, que posee una vista tan excepcional que se la conoce como Bella Vista, o Paleokastritsa, con bahías de notable belleza y mucha vegetación, y un monasterio consagrado a la Virgen, son también puntos de interés en esta zona norte de la isla de Corfú.

Si desea disfrutar de una puesta de sol única, haga coincidir su visita con un atardecer en el pueblo de Pélekas. No olvidará fácilmente la sensación. Visita recomendada es el monasterio del Cristo Pantócrator, muy cerca de la población de Agios Matheos. Están los restos del Castillo de Gardiki y al sur la laguna de Korissia, que no debe dejar de visitar si es amante de la naturaleza.

Fuente de información:

http://www.corfu.com.es/