¡Hola amigos! El pasado sábado por fin conocí a mi querida Granada, menuda sorpresa me dieron. Conocí a toda su familia, a su marido y a sus dos hijos, que por cierto, el pequeño me recordó mucho al actor Juan José Ballesta, muy guapetón el chaval.

El día no nos acompañó lo más mínimo porque no paró de llover, los días tan buenos que tuvimos antes de que vinieran, pues nada el sábado llovió a cántaros, pero bueno, lo importante fue la compañía.

Su marido y los chicos decidieron ir a hacer sus propias compras y nosotras como ya os podréis imaginar nos fuimos a dedalear, no compramos muchos dedales porque no había mucho donde elegir, pero bueno, algunos cayeron que aumentaron ambas colecciones.

Ahora hablar lo hicimos hasta por los codos, como las dos somos muditas pues os lo imagináis ¿verdad?

Estaréis pensando que viviendo tan cerca cómo hemos tardado tanto en conocernos, pues porque los transportes aquí son un auténtico desastre, o tienes coche (que no es mi caso) o a la mayoría de los pueblos no puedes ir.

Y ellos han tenido que esperar que a toda la familia le cuadrara el día para poder venir, que siendo cuatro ha sido un poco difícil.

Como anécdota del día podemos decir que cuando nos íbamos a hacer la foto recuerdo mi cámara se negó, sí, se quedó la pantalla negra y no quiso funcionar, menos mal que Edu nos sacó una con el móvil que la podréis ver en mi espacio de MSN en cuanto la ponga.

Pues hasta aquí llega la crónica, sólo decir que se me hizo muy cortito, que se me pasó el tiempo volando, peeero bueno, quedamos en que tenemos que repetirlo, incluso ir yo a Trasierra, pero creo que mejor esperaremos a que venga la primavera para así poder conocer mejor esas tierras.

Besazos dedaleros para Granada y familia y para todos en general.